0
This content is only accessible to Premium users.
Premium is a role reserved for certain users of the community. Find out how to obtain it.
Go premium and get these benefits:
Access to special content
Exclusive opportunities
Specialized channels
And many more advantages
Get in touch with the promoters of your community to find out how to become Premium
Cuando la meritocracia no basta
Published by Pablo Ocaña
11/10/2019
News Entrepreneurial culture, Emprendimiento, Sarekin, Sostenibilidad, Sostenibilidad / Responsabilidad social, Other, Corporate Social Responsibility, Entrepreneurship: Entrepreneurial Culture
7 octubre, 2019 Como compartía con vosotras y vosotros en un post anterior, antes del verano tuve el placer de escuchar al Prof. Michael Sandel, Prof. de Filosofía Política de la Universidad de Harvard, disertar sobre el reto actual de la democracia, en el Forum Deusto dentro del ciclo Garmendia Hitzaldiak. Tras escucharle y aprovechando el paréntesis veraniego, he disfrutado leyendo su libro titulado Justicia, del que me gustaría compartir contigo algunas ideas relacionadas con una de las cuestiones a las que se enfrentan las sociedades actuales, en relación con la justicia distributiva. Sandel, apoyándose en John Rawls, filósofo estadounidense y también profesor de filosofía política en la Universidad Harvard, repasa en su libro varias teorías acerca de la justicia: La aristocracia feudal no es equitativa, porque distribuye la renta, el patrimonio, las oportunidades y el poder conforme a un accidente de nacimiento. Si se nace en la nobleza, se tendrán derechos y poderes negados a los nacidos en la plebe. Las sociedades de mercado tratan de remediar esa arbitrariedad. A la ciudadanía se le garantizan unas libertades básicas, y la distribución de la renta y del patrimonio está determinada por el mercado libre. Legalmente, permite que todos luchen y compitan, pero, en la práctica, las oportunidades se encuentran lejos de ser iguales. Si quienes corren, salen de diferentes puntos de salida, la carrera difícilmente será equitativa. Una forma de remediar esta falta de equidad consiste en corregir las desventajas sociales y económicas. Se trataría de ir más allá de una igualdad formal de oportunidades, para retirar obstáculos que impidan el logro personal y avanzar hacia una meritocracia equitativa. Según esta concepción meritocrática, la distribución de la renta y del patrimonio resultante de un mercado libre es justa, solo si todas las personas tienen las mimas oportunidades de desarrollar sus aptitudes. Solo si quienes corren empiezan en la misma línea de salida, podrá decirse que quienes ganen la carrera se merecen el premio que reciben. Esta concepción meritocrática corrige ciertas desventajas arbitrarias, pero sigue sin llegar a ser justa, porque seguiría permitiendo, en palabras de Rawls, que la distribución de la renta y del patrimonio estén determinadas por la distribución natural de capacidades y aptitudes. En este sentido, la lotería natural sigue siendo igual de arbitraria desde una perspectiva moral que la lotería del nacimiento y la del mercado libre. (...) Post de Idoia Postigo Fuentes. Artículo completo en el enlace.